Las Finanzas Éticas se muestran en Deusto

Escriben Mar Galguera y Sandra Beatriz Moreno

Lo hacen a lo grande. Haciendo justicia al valor actual que tienen como un modelo alternativo real y efectivo ante el sistema económico capitalista que excluye a una gran parte de la población. Y, precisamente, estas mujeres y hombres “dejados fuera” se convierten en lxs protagonistas de la Exposición Fotográfica “Los colores de las Finanzas Éticas” en el Claustro Paraninfo, de la Universidad de Deusto, en Bilbao.

La muestra, organizada por Finantzaz Haratago y Deusto Campus Solidaridad, estará en el centro universitario hasta el próximo 19 de febrero de 2021. Allí, rodeadas por la galería de columnas y tres hermosas palmeras, las campesinas salvadoreñas sonríen al espectador. Las vemos cosechando rábanos, cultivados en las parcelas agroecológicas. También nos encontramos a las nicaragüenses, de la cooperativa de Mujeres Rurales, posando con toda su fuerza y belleza, espíritu que comparten con el alumnado de la universidad jesuita cuando coinciden en el patio interior del Claustro Paraninfo.

Las imágenes son del fotógrafo Aitor López de Audícana. Él nos lanza el mensaje de que “otro mundo es posible”. Confiesa que es un orgullo poder ver su trabajo en un sitio con tanta solera, “desde un punto de vista expositivo, los claustros son unos lugares que transmiten calma y ganas de caminar despacio, cosa que es fundamental para poder recorrer esta exposición en la que aparte de imágenes hay textos importantes de leer. Es un lugar que invita a pararse y saborearla”.

Cara a cara

Aitor valora el que el público tenga la experiencia de ver las fotos no solo de forma digital. “No sé quién dijo que una foto no es foto hasta que está en papel”, rememoró. “Lo digital nos ha traído innumerables ventajas de difusión y alcance de las imágenes. Pero la experiencia de plantarse delante de una foto y mirarla cara a cara es insustituible. Quizá la comparativa no sea exacta, pero es como tener un libro en la mano o un Kindle”.

En el pasado quedó la dificultad de la falta de tiempo en el viaje a El Salvador y Nicaragua, en mayo de 2019, a tomar las fotos. Tuvo la suerte de acceder de una manera cercana a muchos núcleos familiares y comunidades gracias al equipo de Finantzaz Haratago, “pero los fotógrafos siempre necesitamos más. Me hubiera quedado semanas en cada comunidad para poder conocer su idiosincrasia, para integrarme en sus rutinas y poder captar así la realidad de una manera mucho más documental aún”.

Sin embargo, la profesionalidad de Aitor hizo posible tener un material de primera que permitió hilar tres realidades distintas: El Salvador, Nicaragua y Euskal Herria. Al final no dejan de ser realidades con muchas similitudes, aunque las diferencias a uno y otro lado del océano Atlántico son abismales. “Pero al fin y al cabo no dejan de ser personas, grupos humanos que entienden el día a día de una manera similar. Que intentan apoyarse en comunidades más pequeñas y cercanas para sus proyectos vitales, que buscan vías de financiación lejos de los grandes bancos, que tratan de alertar de la importancia de la alimentación sostenible y que son conscientes de que el planeta no es una vaca a la que dejar famélica. Son realidades que tienen que luchar con problemas muy diferentes, pero pienso que con unas raíces y unos objetivos muy parecidos”, reflexionó el fotógrafo.

Abriendo la mirada y la mente

Luego de esta experiencia, quisimos preguntar su definición de las Finanzas Éticas: “su nombre da muy poco margen a no entender lo que significan, aunque en general estemos muy acostumbrados a mirar para otro lado y a no prestar atención a qué pasa con el dinero que está en nuestros bancos. Una forma de entender los sistemas de crédito como una herramienta más cooperativa en las que el beneficio también revierta en las comunidades y no solo en los bancos. Ver de cerca los proyectos que se desarrollan con este tipo de finanzas te hace entender que hay otra manera de entender el mundo. Ser consciente de que hay miles de familias que están completamente fuera del circuito tradicional del crédito, y que incluso antes de empezar ya están condenadas a no poder progresar, hace ver el negocio de los bancos tradicionales aún con peores ojos”.

Un negocio sin ninguna ética que las Finanzas Éticas ayudan a ver, en especial a demostrar las injusticias que cometen con la población más vulnerable. En esta línea de trabajo se encuentra Ricardo Usategui, responsable de la Asociación Elkarcredit de Solidaridad que coordina el trabajo de Finantzaz Haratago, donde hay otras organizaciones como Economistas Sin Fronteras, Oikocredit Euskadi, Fiare Elkartea o Koop 57.

El trabajo de Finantzaz Haratago está abierto a nuevas adhesiones como Nortlan, la primera correduría de seguros éticos de Euskadi, u otras que deseen sumarse al impulso de las Finanzas Éticas y la educación económica crítica y transformadora. Objetivo que se busca con la exposición fotográfica, la cual ha sido financiada por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo contando con apoyos de la Diputación de Gipuzkoa y Bizkaia, y los Ayuntamientos de Hernani y Donostia.

En modo virtual

La exposición está disponible de forma virtual a partir de 2020: https://peopleartfactory.com/g/finanzas-eticas-koloreak

El público puede acceder asimismo al PDF tanto de la “Exposición” como la “Guía de acompañamiento”.

Desde un principio, la exposición fue pensada para ser de forma presencial, pero debido a la pandemia del Covid-19 se vio pertinente transformarla al medio virtual, llevando cultura y sensibilización en medio del confinamiento, además de considerar el mayor alcance global en la difusión.

Y ahora, por fin, llegó la oportunidad de realizar las muestras presenciales, cumpliendo todas las recomendaciones sanitarias. Por desgracia, aún no se pondrá la “Guía de acompañamiento” en papel, habiendo un QR para bajarla en el móvil. Una Guía que nos habla de la vida de las personas que han encontrado la esperanza de un mañana mejor y más justo en las Finanzas Éticas.


Nuestro consumo es un acto político donde construimos el mundo que queremos. Vandana Shiva, en su defensa de la soberanía alimentaria, señala que “las personas que quieran cambiar las cosas tienen tres oportunidades al día: al desayunar, comer y cenar”. Pues, de igual manera, cuando decidimos qué compramos para vestirnos, cómo viajamos, qué empresas apoyamos…


La vida en el centro

De acuerdo a Usategui, hoy más que nunca las personas deben conocer que existen las Finanzas Éticas, “queremos creer que la pandemia sumada a la crisis global que ya padecíamos (sistémica, múltiple y asimétrica) ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de un cambio del sistema actual, basado en la desigualdad y el beneficio económico sin miramientos, hacia otro preocupado por los impactos sociales y medioambientales de nuestras acciones, un sistema que ponga el planeta y la vida en el centro”.

En este sentido, ve necesario seguir sensibilizando e impulsando las Finanzas Éticas como un medio de transformación social, como una herramienta palpable a nuestro alcance para poder cambiar las cosas. “Consideramos el consumo como un acto político; no sólo en productos kilómetro cero o de comercio local, de energía sostenible, de participación en diferentes cooperativas, etc., sino también cuando hablamos de ahorro o de herramientas financieras éticas”, explica Usategui. “Creemos que las Finanzas Éticas deben ser un eje de responsabilidad social que se promueva como motor de cambio para trazar políticas y economías más sociales y solidarias, por lo que es necesario fomentar una educación que ponga de manifiesto el valor intrínseco que conllevan”.

Y las buenas noticias siguen con la exposición fotográfica “Los colores de las Finanzas Éticas”, porque ya está confirmada, del 20 de febrero al 28 de febrero, en Iturola Elkarlan Gunea (Hernani); del 1 de marzo al 15 de marzo, en el Centro Cívico de Salburua (Vitoria-Gasteiz), y del 16 de marzo al 31 de marzo en el Campus de Donostia, de la Universidad de Deusto.

Una andadura bonita por lugares donde las personas tendrán la oportunidad de ver el rostro humano de la economía que realmente vuelve a sus orígenes, porque nació para estar al servicio de la humanidad.