La Revolución Gastronómica de Nicoletta

Nombre completo: Nicoletta Radatta. Nació en la región de Molise, al sur de Italia; luego, su periplo vital la llevó a Colombia, Andalucía, Catalunya y Euskal Herria. Es curiosa por naturaleza y siempre se está preguntando el porqué de las cosas, tanto es así que lanzó en junio de 2020 el proyecto de comunicación “Revolución Gastronómica, cambiar el mundo comiendo”.

Después de adentrarse en la web de la Revolución Gastronómica, el acto de comer adquiere otras dimensiones. Mejor aún, la acción de llenar el carrito de la compra se convierte en un acto de rebeldía de consecuencias políticas, económicas, sociales, medioambientales, insospechadas que Nicoletta ayuda a comprender, porque “no todo vale” en la industria alimentaria.

“Dejar de comprar objetos comestibles”, aconseja Nicoletta, Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas en Bolonia, con estudios de Economía Social y Solidaria en Medellín, Colombia; especialización en Dinamización Comunitaria en Barcelona y realizó un estudio sobre las experiencias de gestión alternativa de comedores escolares con menús 100% ecológicos de productos locales y de temporada, además de ser socia de Labore Bilbo, supermercado alternativo donde imparte charlas y asesora la decoración de la tienda, y forma parte de la junta directiva de Justicia Alimentaria, asociación que cree en la necesidad de cambiar el sistema agroalimentario dominante.

Enseñanzas campesinas

En medio de los cafetales latinoamericanos aprendió la resistencia campesina, la fuerza de las familias productoras locales que son el alma del mundo rural vivo que está comprometido con el territorio. Mismo espíritu en la población local de Senegal, en África, privada de sus medios de vida por las empresas que se apropian de grandes extensiones para sembrar melones y sandías “fuera de temporada” y exportarlos a Europa, a donde también llegan en patera las mujeres y hombres senegaleses obligados a desplazarse o migrar al quedar sin tierra que cultivar.

De acuerdo a Nicoletta, proveernos de alimentos es un acto político, ya que tiene consecuencias económicas y sociales para el territorio y, por tanto, debemos reivindicar un sistema alimentario de calidad, basado en la justicia social y la sostenibilidad ambiental. “La alimentación es un Derecho no un negocio”, explica… “está en nuestras manos romper el círculo vicioso del consumo alienado”.

Nos invita, entonces, a ser conscientes y participar en la construcción de un nuevo sistema alimentario que edifica la Soberanía Alimentaria, a través de la agroecología. ¿Razones para hacerlo? Respuesta contundente: el actual es abusivo, insostenible e insolidario. Características que se agudizaron con la pandemia del coronavirus en 2020, situación que motivó todavía más el lanzamiento de la web Revolución Gastronómica. La activista recordó la medida injusta del Gobierno Vasco de cerrar los mercados locales, como el de Gernika o el del Arenal, diciendo que no garantizaban las medidas de seguridad, favoreciendo a los grandes supermercados. Otra demostración de que el Gobierno no tiene la apuesta por el producto local, “muchos se quedaron sin circuito de distribución, sin alternativa”.

Una emergencia, una oportunidad

El proyecto de comunicación sigue su cauce al tiempo que la sociedad misma se reacomoda a vivir en pandemia, y aunque Nicoletta reconoce que el sistema imperante no ha cambiado, piensa que el momento actual sí es una oportunidad de visibilizar la fragilidad del sistema alimentario industrial. Plantea una pregunta ejemplo: “¿Qué pasaría con el ganado si Argentina y Brasil dejan de exportar soja?”

Y va más allá al afirmar que todas las pandemias se sitúan en las macrogranjas, sin embargo el sistema no ataca las causas reales de ellas. También advierte de que antes de la pandemia del coronavirus, ya teníamos dos pandemias, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud: la obesidad y la desnutrición. “Estamos comiendo alimentos que nos enferman de dolencias cardiovasculares, de cáncer, los datos están ahí”, vuelve a insistir Nicoletta, quien cree que el primer paso para conseguir un cambio es “si la gente fuera consciente” y que lea la información de los alimentos que compramos en el supermercado, las tiendas,…grasa, azúcar,…

“Al bebé lo acostumbramos a sabores artificiales y por eso, no quieren las verduras en las escuelas, porque no conocen esos sabores”, explica Nicoletta. “Consumimos platos precocinados y luego vamos a un gimnasio para estar saludables”.

La salida de la encrucijada nos la ofrece la alternativa real de la Soberanía Alimentaria que va de la mano con la agroecología. Esta propone un nuevo paradigma que dice: “hay que cambiar el sistema”, partiendo de la agricultura a pequeña escala, repartiendo la riqueza social entre las personas y el territorio, gracias a las prácticas de la agroecología que toca todas las dimensiones, como la política, lo social, lo económico y la medioambiental. “Significa producir alimentos sanos y de buena calidad en condiciones dignas y en armonía con la naturaleza”.

Con 41 años recién cumplidos el pasado 3 de mayo de 2021 y a casi un año de hecha pública su Revolución Gastronómica, Nicoletta sigue creyendo radicalmente en la frase de Eduardo Galeano:

“Mucha gente pequeña,

en lugares pequeños,

haciendo cosas pequeñas,

puede cambiar el mundo”.

 

Enlaces de interés:

Página web de Revolución Gastronómica

Sesión online de las Jornadas de Confluencia: Agroecología y soberanía alimentaria