Hoy es el Día de la Educación Financiera, y Arturo Guilarte, Maitane Jaio, Francisco Javier Murillo y Jon Bernat Zubiri han escrito un artículo para la ocasión, sobre la necesidad de impulsar una enseñanza crítica de la Economía. Abajo te dejamos algunos fragmentos. Puedes leerlo completo aquí.
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En 2009, un amplio grupo de científicos publicó un informe sintetizando los nueve límites que no deberían sobrepasarse para que la Tierra siguiera siendo un planeta habitable. Actualmente, la revista Nature ha publicado una investigación que denuncia que siete de los nueve ya han sido sobrepasados. Según datos de la FAO, cerca de 800 millones de personas siguen padeciendo hambre en el planeta, cuando los niveles actuales de producción de alimentos permitirían alimentar a más de 12.000 millones de personas, cifra muy superior a la que habita actualmente el planeta. Cada cinco segundos, una persona pierde la vida como consecuencia de la falta de alimentos.
Estos datos ilustran únicamente dos de los principales problemas a los que se enfrenta la economía mundial, a saber, el deterioro del medio ambiente y la desigualdad. Pero la lista no acaba ahí: degradación salarial, empeoramiento de las condiciones laborales, crisis de los cuidados, escalada belicista, etc. son otras tensiones que azotan al sistema capitalista actualmente, siendo urgente una solución a los muchos problemas que ponen en riesgo la sostenibilidad de la vida y de la economía que debe encargarse de resolverla.
Frente a este panorama, cabría esperar que el sistema educativo ofreciera al estudiantado las herramientas necesarias para comprender las causas que provocan estos problemas, primer paso necesario para plantearse la posibilidad de diseñar estrategias que permitan su resolución. Atendiendo a la raíz económica de estos fenómenos, la Economía se convierte en la materia en la que se debería de abordar esta problemática. Sin embargo, la enseñanza de la Economía en las aulas sigue quedando impregnada por una visión armónica sobre el funcionamiento de la actividad económica, lo que, aparentemente, resulta incomprensible. Esta situación resulta especialmente preocupante en el caso de la etapa secundaria ya que, para la mayoría del alumnado, representa el único contacto que tendrán con la Economía a lo largo de su trayectoria académica. […]
Por todo ello es necesario trabajar desde diferentes frentes para impulsar una enseñanza crítica de la Economía, que permita comprender el funcionamiento de la realidad socioeconómica actual con el objetivo de transformarla. De ahí que valoremos positivamente la celebración de las IV Jornadas de la RedEFES sobre Educación Económica y Financiera Crítica, ya que representa un espacio en el que, no solo es posible compartir un análisis crítico sobre el enfoque convencional desde el que se enseña la Economía, sino que también es posible compartir experiencias educativas y trabajar en la elaboración de materiales críticos. Además de invitar a participar en este encuentro que se realizará en Bilbao el 10 y 11 de noviembre, resulta muy necesario apoyar también la iniciativa de la red Finantzaz Haratago de recoger firmas para presentarlas en el Parlamento Vasco bajo el título “¿Para cuándo una educación económica que dote al alumnado de herramientas y capacidades para comprender los impactos del sistema financiero sobre la sociedad y el planeta?”, que puede firmarse mediante la plataforma OSOIGO
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